sábado, 28 de julio de 2012

Dia 3: 24 de Julio, Shanghai: Excursion a Shuzhou.


A las 6:30 sonaba el despertador para aprovechar el día y poder estar lo más pronto posible en la estación de trenes de Shanghai y así llegar a Shuzhou antes que la mayoría de turistas que llegan en autobús sobre las 12:00 de la mañana. Después de desayunar salimos del hotel dirección a la parada del metro de jardines de Yuyuan. Tras cinco paradas, un trasbordo y esquivar a cientos de chinos que a esa hora van a trabajar, llegamos a la estación de trenes de Shanghai. Cuando estamos en la cola para sacar los billetes nos damos cuenta de que a los que tenemos delante para sacar billetes les piden identificación o en caso de ser extranjero el pasaporte que por supuesto no llevamos encima. Aún así esperamos a que nos toque y lo intentamos comprar pero a la hora de pagar suena la palabra maldita “passport”, le decimos que no y entonces la señora reacciona como todos los chinos cuando les rompes los esquemas, se quedan bloqueados y mueven las manos diciendo que no entienden, así que sólo nos queda salir de la cola y volver al hotel a por los dichosos pasaportes. Así que ya sabeis, si queréis comprar un billete de tren en China se necesita el pasaporte.

Tras perder casi una hora entre ir y venir del hotel esta vez en taxi, por fin compramos los billetes y tomamos el tren de las 11:00. El trayecto dura media hora y el tren es muy cómodo. A la llegada a Suzhou nos esperaban los cazaturistas que intentan venderte un tour por los jardines a toda costa. Tras esquivarlos fuimos a la parada de taxi y sorpresa, una cola enorme!! aquí hay tanta gente que para todo se forman unas colas de espanto, menos mal que una oleada de taxis liquidaron la cola en apenas 20 min.

Una vez en el taxi le dijimos el nombre de uno de los jardines que queriamos ver y el conductor nos entendió a la primera, cosa bastante difícil aquí en China, ya que el mayor problema que estamos teniendo es hacernos entender.

Suzhou fue fundada hace 2500 años y es una de las ciudades más antiguas de la cuenca del Yangtze. Tras finalizarse la construcción del gran canal durante la dinastia Sui, la población empezó a prosperar como centro de transportes y almacenamiento de cereales y se lleno de comerciantes y artesanos.

En el siglo XIV se había convertido en la principal productora de seda del país. Aristrocatas, hedonistas, eruditos, actores y pintores se trasladaron a ella y construyeron villas y jardines. Su imagen de “ciudad jardín” o de “Venecia de Oriente” proviene de una combinación medieval de gremios de grabadores de madera y asociaciones de bordadores, casas encaladas, calles adoquinadas y avenidas flanqueadas por árboles y canales.

El primer jardín que visitamos es el del Maestro de las Redes, que es uno de los mas bellos y pequeños por lo que se hace muy fácil visitarlo y además sin gente porque hemos llegado a la 13:00 y los turistas chinos están comiendo.




Al salir cogimos un taxi para ver otro de los jardines antes de comer, el Jardín de la Armonía. También nos ha gustado mucho, todos estos jardines son privados y la mayoría eran de comerciantes que se instalaron en Suzhou en el apogeo de la ciudad como importante puerto en la ruta de la seda.


Para comer hemos buscado un restaurante que recomendaba la guía LP y que nos pillaba cerca, pero salvo por la presentación del pescado la comida no era para tirar cohetes. Al salir del restaurante con el aire acondicionado a tope, nos hemos encontrado con más de 35º, así que a refrescarse otra vez con un café bien frío.


Después de reposar la comida subimos paseando por una avenida flanqueada por uno de los numerosos canales que aún quedan en esta ciudad, hasta llegar a la altura del último de los jardines que vamos a visitar.


El Jardín del ”Administrador Humilde”, para nosotros el más bonito de los que hemos visitado. Está declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco. Se trata de una combinación de edificios, rocas, árboles y estanques repletos de lotos que reflejan el gusto de los chinos por el equilibrio y la armonía.




Al salir de este jardín nos esperaba un agradable paseo en barca por los canales, nada mejor para terminar la visita a la Venecia de Oriente. El barquero nos ha deleitado con su amplio repertorio de canciones chinas, aunque con la primera tuvimos suficiente. Pero cualquiera le hacia entender que aquello no era lo suyo y como no queriamos ser groseros aguantamos todas y cada una de sus canciones.



Tras el paseo en barca cogimos un taxi a la estación y volvimos sin problemas a Shanghai y tras una reparadora ducha bajamos a cenar al restaurante Lost Heaven, que está muy cerca del hotel y dan de cenar tarde porque eran las 9:30 y otros restaurantes ya estaban cerrando.

Después de cenar fuimos al paseo elevado del Bund para hacer algunas fotos de los edificios iluminados de la orilla de Pudong, pero a las 23:00 los apagan, y sólo nos dio tiempo a hacer un par de fotos. Que chasco!! Bueno, ya tenemos excusa para volver!!

1 comentario:

  1. hey chicos como vais,yo pegandome un tour por shangai y alrededores gracias a vosotros jijijiji.

    si voy por esos lares algun dia me acordare de llevar el pasaporte VALLA FAENA!!! tener que volver al hotel.

    desde luego es precioso el administrador humilde,que pasada!!! me imagino a juanan la carita que tenia que poner de oir al chino cantando juas juas!!!!QUE BUENOOOO!!!.

    Ale a seguir disfrutado y contandonos vuestras vivencias.un fuerte abrazo ;)

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